La llegada del nuevo patrocinador, Iberostar, trae consigo
una nueva victoria. Ésta fue una semana especial tras más de un año buscando un
patrocinador principal, el conjunto canarista presentaba su nuevo nombre y con
una celebración por todo lo alto, victoria in extremis.
El Iberostar Tenerife que recuperaba a Juanpi Gutiérrez
encaraba la cita ante el Guipúzcoa Basket con ganas de obtener una victoria
después de 3 derrotas consecutivas. El encuentro comenzaba igualado con ambos
equipos anotando con cierta facilidad y un David Doblas que daba las primeras
rentas visitantes (8-13). Sin embargo, sus problemas de faltas vinieron unidos
a un parcial de 9-0 de los locales que comenzaban a carburar gracias a un Nico
Richotti acertado en los tiros libres. El segundo cuarto fue más igualado y
varias acciones visitantes de mucha calidad ponían el luminoso 31-35 a falta de
3 minutos para llegar al tiempo de descanso. En esos últimos minutos, Guipúzcoa
se atascó y el conjunto canarista no desaprovechó la ocasión de volverse a
poner por delante. Sin embargo, una jugada de pizarra de Sito Alonso devolvía
la ventaja a los suyos merced a un triple de Winchester, 36-38 al descanso.
Tras el tiempo de asueto, el intercambio de canastas
prosiguió y Juanpi Gutiérrez recibió un golpe en su maltrecho gemelo derecho y
recayó de su lesión por lo que no pudo volver a entrar en la pista. En la
cancha, los nervios se apoderaron de ambos equipos y ninguno quería
arriesgarse, 56-58 y todo por decidir en el último cuarto.
Los últimos 10 minutos fueron de auténtico infarto, varios
triples por ambos bandos y una antideportiva que David Doblas no supo
aprovechar dejaban el partido en un puño. Entonces dos triples consecutivos de
Cortaberría y Salgado (66-72) a falta de 2 minutos ponían en bandeja el triunfo
foráneo pero no hay que vender la piel del toro antes de cazarla y eso es algo
que tienen muy presente los hombres de Alejandro Martínez que en un abrir y
cerrar de ojos endosaron un parcial de 8-0 y tomaban ventaja en el marcador.
Un triple de Robinson a 30 segundos dejaba la bola en manos
de Nico Richotti que con una jugada magistral dejaba el encuentro a 7,2
segundos con una mínima renta local (76-75).
El último balón se lo jugó un
acertado Jason Robinson que en este caso no estuvo fino y el lanzamiento se fue
al hierro. Nueva victoria de los locales y alegría a raudales para una hinchada
que ovacionó una vez más a sus jugadores.
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